09 julio 2015
Me dije serán hermanos, primos, parientes, amigos o novios? Lo cierto es que su conversación muy pronto los delató, al tiempo que yo, para pasar el trago amargo de la fila y de la situación que veía, me puse a revisar el twitter, cuando observé, con gran detenimiento las recientes estadísticas de femicidio, que destacaban su crecimiento en lo que va del año, cifras realmente alarmantes; cuando vuelvo la mirada a la joven pareja y veo a la chica que empieza a pegarle al chico con unos útiles que tenía en la mano, él trataba de disimular la situación pero ella cada vez le pegaba más duro y él tenía otros útiles también y la empezó a golpear también, ambos continuaron con ese relajo de golpearse mutuamente y todas las personas en el lugar solo miraban, sin pronunciar una sola palabra.
Y yo no pude más y miré a la chica para preguntarles porqué hacen eso?, sin embargo solo con la mira les pude hacer comprender que lo que hacían estaba incorrecto, fue entonces cuando ella dejó de pegarle al joven y él también comprendió y dejó de pegarle.
Fue entonces que inicié un profundo análisis de las alarmantes cifras de femicido, por qué cada vez más mujeres son víctimas de violencia doméstica, qué lleva a un hombre que juró amarla o se ganó su amor algún día, a cometer semejante acto de salvajismo y barbarie, sobre todo de perder el raciocinio, que es lo que nos caracteriza como humanos.
Me pregunto si como sociedad hemos perdido irremediablemente el respeto por la vida de los demás o todavía estamos a tiempo de remediar todo, yo creo que sí, todavía tenemos oportunidad de cambiar el rumbo que lleva nuestra sociedad; y sé que todo no está perdido.
Pero esta es una misión compartida y un compromiso ineludible, en el que todos estamos llamados a tener un rol más participativo, pasar del discurso a la acción y de dejar de mirar para otro lado; porque es que no se trata solo de la perdida de la vida humana de una mujer, sino de las secuelas que deja esta expresión de violencia, en sus hijos, en su familia, en sus vecinos, en la sociedad en general, inclusive en su victimario.
Recuerdan la famosa tesis del gran filósofo y pensador del siglo XVII, Jean Jacques Rousseau de que el hombre es bueno por naturaleza es la sociedad la que lo corrompe, no es solo una frase, por lo que estoy convencida que nos corresponde a todos aprender a ser padres, guías o tutores de las nuevas y futuras generaciones e inculcar a nuestros hijos el valor del respeto, del amor puro y verdadero, la importancia del compromiso, lo que es la solidaridad, la lealtad y la verdad, entre otros valores importantes que debemos practicar como seres humanos; de manera que ese ser crezca forjado en valores que a su vez se reflejarán en su propio hogar, en la crianza de sus hijos, en la convivencia de familia y pareja; en fin aprender a vivir en sociedad.
Es hora de que les enseñemos a nuestras niñas el valor del amor propio y fortalecer su autoestima, hacerles comprender la diferencia de lo que es amor y lo que es violencia, la importancia de escoger bien a su compañero de vida, con el que juntos puedan forjar no solo una casa donde convivir, sino un hogar donde vivir, criar sus hijos y realizar sus más preciados sueños.
Todo no está perdido, todos podemos hacer que los índices de femicidios se reduzcan, inclusive desaparezcan, solo nos falta voluntad y mirar a quien tengamos que mirar, porque primero son los insultos, luego los empujones, después llegan los golpes y lo que sigue es el crimen contra esa mujer, los invito a todos a que seamos familias en ayuda de otra familia, que no miremos para otro lado.
Yo sé, que si juntos hacemos nuestro aporte individual, sumaremos a los aportes colectivos como un compromiso fundamental hacia nuestra sociedad porque el Amor no puede seguir Sin Control. ¿Qué piensas tú?