10 septiembre 2015
“Tratar a los menores infractores como adultos esa es la solución, métanlos allá en la cárcel a que se pudran, cadena perpetua deberían darles, estas son algunas de las opiniones más frecuentes cuando se aborda el tema de la delincuencia en adolecentes” ¿Es el aumento de las penas para los adolescentes infractores la solución para bajar los índices de delincuencia en nuestro país? Cada vez que sale a flote los temas relacionados con la delincuencia se escucha a grandes voces el llamado para aumentar las penas como si en la pena de prisión estuviese la varita mágica que resolverá el problema de la criminalidad. Al contrario de lo que piensan muchas de las personas con las que he conversado, el aumento de las penas en adolescentes no ayudará a reducir la delincuencia, no puede ser que cada vez que el tema sale a colación los argumentos sean que esos muchachos necesitan mano fuerte, que con llenar las calles de policías y las cárceles de adolescentes infractores todos viviremos en paz y armonía.
Cuando hablamos de delincuencia solo se ve la sanción pero no los orígenes de la misma, de que vale encerrar infractores si la sociedad con sus múltiples deficiencias en aspectos básicos produce cada día más, ya es hora que examinemos el tema de la criminalidad en general como un problema de todos que no se resuelve con incrementar las penas.
Debemos entender de una vez por todas que los problemas sociales que tenemos, entre ellos la delincuencia se debe a la deficiencia en aspectos tan sencillos como la educación, sin una política pública en materia de niñez y adolescencia que se encargue de desarrollar planes que ataquen de raíz el problema viviremos quejándonos del problema de la delincuencia y pidiendo periódicamente sanciones más fuertes.
No nos dejemos envolver una vez más con las soluciones a corto plazo, atacando las consecuencias pero no el origen del problema.
Un día descubrí que la magia si existía, para conjurarla solo debía tomar pluma y papel, bastaba garabatear algunas palabras para hacer desaparecer todo a mi alrededor creando mi propio espacio, con las letras descubrí mi propia voz, la forma de expresar lo que mis cuerdas vocales no tienen el valor de decir, así día con día se me revela un poco más de mi, escribiendo descubro mi esencia a cuenta gotas.
Abogada de Profesión, amante de los libros y el arte, fiel creyente en la educación y la cultura.