08 septiembre 2016
Hace falta espacios para descansar, para ir al cine, pasear junto a tu familia, con tu pareja, comer algo delicioso junto, caminemos más, dar un tiempo para escuchar, para desarrollar nuestro don de amar.
En las diferentes congregaciones se establecen tardes de te, actividades culturales, además de religiosas, clases de pintura, cocina o costura, brindan espacios para cuidar a los más pequeños, crean horas de tutorías entre otras actividades, con el fin de brindar herramientas a las mujeres y sus familias para enfrentar diversas situaciones humanas.
A nivel de la fe paulatinamente desde Marta y María se ha ido dando roles a las mujeres con el fin de que sean capaces de administrar sus dones y cualidades, dones proporcionadas por Dios desde la creación, pensadas para nosotras, nos hace falta tomarlas, creérnosla, desde hacer un delicioso platillo hasta construir un avión o un edificio; todas podemos dar más y mejor, se hace necesario que le dediquemos tiempo a este templo personal para rendir más y mejor.
Saber que pedir para este templo, pedir esa intercesión del Espíritu Santo, cuidar mi alma, llenarme de ese amor, cuidar mi cuerpo, cuidar mi mente, ser capaz de amarnos para poder amar a los otros.
Alrededor de los años 80 inicia con más fuerza la degradación del templo de la mujer: donde para vender un auto exponen a una mujer en vestido de baño, bajándonos a un nivel de objeto, solo por dar un ejemplo.
En ese momento inicia las iglesias del mundo impulsan con gran fuerza la pastorales hacia las mujeres, los con temas específicos dirigidos a las mujeres del mundo, surgen en las iglesias encuentros, retiros, asambleas, foros, retiros; exclusivos a la mujer. Con el fin de recordarles su valor, la importancia; algunas ideologías consideran que era para mantenerles en anonimatos y subyugada al machismo reinante, pero al leer los documentos, escuchar esas ex ponencias realmente hablan de dignidad y aporte del sexo femenino.
Al final hemos sido creadas en libre albedrío, es nuestra decisión el tipo de vida que deseamos vivir, en nuestra búsqueda de la felicidad, escuchar los consejos o recomendaciones es de sabios, intentemos cada semana sacar un tiempo para nosotras, para los nuestros, para soñar o simplemente para no hacer nada, es tu vida y merece vivirla en ecuanimidad.
Shalom